Pantano de Benínar


Lo malo de los espejos es que no pueden mostrar lo que hay detrás del cristal. Si eso fuese posible, quizás nos ofrecerían imágenes más sorprendentes de las que son capaces de reflejar.Una sensación así puede experimentar quien visite el pantano de Benínar. Encajado en un valle que está situado a 14 kilómetros de Berja, con la estampa de las blancas cumbres de Sierra Nevada de fondo, las aguas mansas del pantano parecen querer convertirse en un enorme espejo donde se mira el verdor de las montañas que custodian el embalse.



El espectáculo de pájaros inmóviles al borde del agua que tratan de rapiñar cualquier rayo de sol con sus alas extendidas, reconcilia con la naturaleza a cualquier amante de la ciudad.

Pero el pantano de Benínar, como otros muchos, es un espejo cuyo cristal esconde un secreto. El secreto del pueblo que dormita bajo sus aguas.

Destinadas para el abastecimiento de Almería y para el riego del campo de Dalías, las aguas de la presa de Benínar proceden del río Yátor, el río Alcolea y, sobre todo, del deshielo de Sierra Nevada.





Una zona de acampada muy próxima al pantano, y perfectamente señalizada, y la posibilidad de practicar deportes acuáticos, sobre todo cuando la presa se beneficia de años generosos en lluvias y nieves, aumentan el atractivo del lugar y permiten disfrutar aún más al visitante aventurero o al que sólo desea pasar un tiempo de tranquilidad en la montaña.

El pantano de Benínar se tragó al pueblo que le da nombre hace aproximadamente un cuarto de siglo. Comenzó a construirse en los años 1970 y se concluyó en 1983. Además, La pedanía de Hirmes, y algunos cortijos, como los de la Veguilla de Cintas, pasaron a incluirse en el municipio de Berja.

La palabra Benínar es muy sugerente, ya que procede de la castellanización de la expresión del árabe clásico: "Hijo del fuego"
En el árabe clásico, hijo del fuego se pronuncia: "Ibn-annaar" donde "Ibn" (se lee "iben", con una e breve) significa "hijo"; mientras que "annaar" significa "el fuego" cuando está aislada y "del fuego" cuando está junto a "Ibn".
La castellanización final se llevó a cabo transformando estructuras sonoras difíciles de pronunciar, en otras más suaves y mejor adaptadas al oído castellano.

Espero que después de lo que os he contado vayáis a disfrutar de todo lo que ofrece el pantano y sus alrededores, tanto para amantes del deporte como para amantes de la tranquilidad y la naturaleza.

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